Primeros dias en Dublín

Como algunos sabrán, me he mudado a Dublín con la girlfriend por unos meses con la intención de practicar algo de Inglés, así que voy a ir colocando una serie de post con las impresiones y experiencias que voy teniendo.

Voy a empezar hablando un poco del viaje.

Conseguimos un billete relativamente barato para viajar hasta aquí, unos 100 €. Lo compramos a través de Internet y no hubo ningún problema. Recomiendo a todo el mundo esta forma de obtener los billetes, por facilidad y comodidad.

El vuelo no era directo. Primero cogimos un avión de Gran Canaria a Madrid con Iberia y luego uno de Madrid a Dublín con la compañía Irlandesa Aer Lingus.

Sobre el viaje solo decir que la nueva Terminal 4 del aeropuerto de Madrid es increíble. Tengo algunas fotos pero aun no las he podido publicar por falta de medios. El diseño es ultramoderno y espectacular. Los baños son como los de un hotel de lujo. Lavamanos y retretes automatizados, todo de mármol de primera calidad, etc. No quiero ni pensar el dinero que se habrán gastado en construir semejante barbaridad.

El avión con destino a Dublín salió con una hora de retraso y era bastante más pequeño que el de Iberia.

El aeropuerto de Dublín no tiene nada que ver con la Terminal 4 de Madrid. Es bastante pequeño y modesto, extraño tratándose del aeropuerto de la capital de un país. Diría incluso que el de Las Palmas está mejor conservado.

Llegamos a Dublín de noche, a eso de las 11 así que decidimos coger un taxi que nos llevara directamente a la pensión que habíamos contratado por Internet, para no liarnos.

El taxista parecía un tipo simpático. Nos preguntó de donde éramos y cuando le dijimos que veníamos de Canarias se sorprendió y se excitó un poco. Nos dijo que él había estado en Playa del Inglés (¿cómo no?) y en Tenerife. Nos preguntó si no nos parecía extraño que en Irlanda se condujese por el lado izquierdo y también nos contó una batallita de cuando estuvo en Canaria y alquiló un coche pequeño, nadie lo respetaba así que alquiló un Jeep. Según él los Canarios conducimos muy mal. Para mí ellos conducen peor J

Llegamos a la pensión llamada Jacobs Inn. Parecía un lugar modesto pero aceptable. Había un penetrante olor a pachuli en aquel lugar pero era relativamente limpio y las habitaciones estaban bastante bien.

Aquí las habitaciones más baratas de las pensiones son compartidas. Hay una habitación grande con 10 literas y todos se meten ahí. Puede parecer algo extraño pero todo el mundo va un poco a su bola así que está bien.

Hasta aquí la experiencia del primer día.

Segundo día:

Nos despertamos y fuimos a la parte baja de la pensión donde se servía el desayuno. Un zumo de naranja de tetrabrick y un Muffin (magdalena grande pa nosotros).

Al acabar salimos a la calle a ver Dublín por vez primera. El sol brillaba y hacía un dia muy bonito. No hacía tanto frío como nos habían dicho. Con un jersey se podía estar. El centro de Dublín es la típica capital europea. Mucha gente por las calles, muchos comercios, casitas de ladrillos bien decoradas por fuera. Un tranvía que pasa de vez en cuando. El tren de cercanías que pasa por un rail encima de tu cabeza, etc. Hay un río, el Liffey, que divide Dublín en dos. La parte que queda al norte del río es la zona modesta de la ciudad y la parte sur es más rica. Todo lo que queda al norte está separado por códigos postales impares y al sur son códigos postales pares. La zona norte más pegada al río se llama Dublín 1 y a medida que se aleja del río se llama Dublín 3, 5 etc. En la parte sur es igual pero con números pares. Los hostales donde nos hemos quedado hasta ahora están en Dublín 1.

Ese día teníamos que encontrar a la fuerza una pensión donde dormir ya que no habíamos encontrado ninguna disponible por Internet para esa noche. Nos metimos en una cuantas pensiones preguntando por disponibilidad hasta que al final dimos con una. 20 € por noche. Estábamos tan desesperados que aceptamos sin pestañear. Suponíamos que con 20 € estaría bastante bien. NADA MÁS LEJOS DE LA REALIDAD. Solo subir la escalera daba un poco de miedo. Era de madera y hacía mucho ruido. Parecía que estaba a punto de caerse. Al llegar al pasillo donde estaba nuestra habitación, en el piso 2 se oía alguien gritando dentro de la habitación de enfrente. Al entrar a la nuestra la decepción fue aun mayor. Era muy pequeña y vieja. 10 camas en literas todas muy cerca unas de otras. Restos de comida tirados por el suelo y todo muy sucio. Los colchones de las camas parecían muy incómodos. Pero lo peor no era la habitación sino la primera impresión de la gente que había dentro. Había un viejo que se había llevado su propia silla de playa para sentarse y no paraba de hablar en inglés. Ni siquiera dijo hola cuando entramos. Luego había una pareja de un señor mayor que tenia pinta de cura y una chica joven rubia que no hablaba mucho. Había una cama deshecha de alguien que se quedaba ahí pero no estaba en ese momento. Se notaba que era una mujer bastante desordenada. El peor sin duda fue un tío que entró poco después de nosotros con muy malas pintas. Tendría unos treinta y pico años. Nos dijo hola muy secamente y se puso a hacer su cama. Salio un momento y poco después salieron también los demás. Nos quedamos Ingrid y yo solos en la habitación unos 10 minutos. Al rato volvió aquel tío raro y sin decir nada cogió una botella de Coca-Cola que había comprado y comenzó a echarle dentro Wiski 100 Pipers que tenía en su mochila. Ahí si que empezamos a preocuparnos de verdad. Ese tío raro bebiendo ahí dentro, nosotros recién llegados a un país extranjero con un idioma distinto con todas nuestras maletas y nuestro dinero allí con nosotros. Pasó uno hora o así y el tipo volvió a salir a por otra Coca-Cola. Al volver tuvo dificultades para abrir la cerradura, cuando lo consiguió y entró me miró e hizo un gesto como de simpatía haciéndome ver lo difícil que era esa cerradura. Después de eso me preguntó de donde éramos y le dije que de las Islas Canarias. A partir de ahí la cosa se relajó mucho y comenzamos a hablar un rato. En realidad el tío era bastante agradable. Él venía de Australia y había llegado a Irlanda hacía una semana. Su padre era Irlandés y vino a conocer el lugar donde había nacido. Luego vino a Dublín por unos días y posteriormente iba al sur a ver a un primo suyo que tenía una granja con vacas según me contó. Me recomendó un par de sitios para ver en Dublín y luego se fue a su cama y se puso a hablar en Inglés con el viejo pesado.

Al rato nos fuimos a dormir. Esa noche nos acostamos temprano porque estábamos muy cansados de haber caminado tanto ese día. Había que estar allí para creerse como roncaba el tío que parecía un cura. Era increíble. Ni el mismísimo Satanás roncaría de forma tan siniestra. Primero pegaba 5 respiraciones fuertes con medio ronquido y luego la hecatombe: pegaba un megaronquido final que se escuchaba a 3 manzanas. En fin!

Al día siguiente nos despertamos y salimos de allí tan pronto como pudimos.

Recogimos nuestro equipaje y nos fuimos a la tercera pensión llamada Browns Hostel. Esta ultima parecía un hotel de 5 estrellas comparada con la anterior que era peor que las de las pelis americanas del Bronx (o como se escriba).

Por fin pudimos ducharnos y estar algo cómodos. Había mucha gente joven y bastante buen rollo.

Ese mismo día por la noche fuimos a un cybercafé a llamar por teléfono a casa para decir que estábamos bien y tal y perdí mi maldito móvil!!!! Tendré que comprar otro en cuanto pueda.

Bueno ahora mismo estamos en nuestra 4ª pensión llamada Litton Lane que también está bastante bien. En esta vamos a estar 5 noches así que por fin tendremos un poco de tranquilidad. Mientras tanto seguimos buscando donde quedarnos a partir del día 6. Aun no hemos encontrado nada. Estamos intentando buscar pisos para alquilar mientras esperamos al día 15 que lleguen otros 3 compañeros para poder alquilar uno entre los 5.

Bueno, siento haberme enrollado tanto pero había muchas cosas que contar.

Un saludo para todos los que hayan leído hasta aquí. En cuento pueda publicaré fotos.